Una fachada sin una buena impermeabilización absorberá el agua de la lluvia y la mantendrá en su interior. Esa humedad absorbida, irá deteriorando el revestimiento de la fachada y puede ocasionar problemas de condensaciones en el interior del edificio.

Si en la fachada, aparecen eflorescencias (sales cristalizadas que aparecen en forma de manchas blancas en la superficie de las fachadas) o se producen desprendimientos, es posible que la fachada haya dejado de ser impermeable y que requiera una buena impermeabilización de fachadas.
 
Nuestros trabajos de impermeabilización de fachadas aseguran a nuestros clientes la máxima calidad. En este sentido, siempre que nos encomiendan trabajos de este tipo, nosotros no dudamos en emplear los medios técnicos y productos más avanzados, de cara a poder asegurar el mejor resultado y calidad en la impermeabilización de fachadas.